EL NUCLEON
El protón y el neutrón fueron dos de las primeras partículas subatómicas descubiertas en este siglo. Reciben el nombre de nucleones porque residen en el núcleo de los átomos. Constituyen más del 99,9% de la materia corriente; el 0,1% restante son electrones. Aunque ochenta años de estudios experimentales y de análisis teóricos nos hayan enseñado mucho sobre los nucleones, sus propiedades fundamentales siguen albergando enigmas y sorpresas. Durante los últimos años los físicos se han esforzado en resolver un caso particularmente difícil: la denominada" crisis del espín".La crisis surgió del éxito que acompañó al modelo de los quarks a la hora de interpretar las partículas subatómicas. Los físicos teóricos lo desarrollaron hasta convertirlo en una descripción ordenada y compacta de la miríada de nuevas partículas detectadas en los años cincuenta y sesenta, dando también cabida en él a viejos conocidos como el protón y el neutrón. Las propiedades y los influjos recíprocos de las partículas de este zoo se explicaron suponiendo que estuvieran constituidas por tan sólo tres especies de quark, llamadas arriba, abajo y extraño.
La suma de las cantidades de protones y neutrones presentes en el núcleo es la que determina el número másico "A". Para obtener el número de neutrones se le resta el número atómico (Z) (Nº de protones del elemento) al número másico (A):
Neutrones = A − Z
Sin embargo, la masa del núcleo no es la suma de las masas de los nucleones que lo conforman, ya que existe una energía de ligadura, que los mantiene unidos que (por la equivalencia relativista entre masa y energía) hace que la masa total sea menor a dicha suma.
El protón y el neutrón fueron dos de las primeras partículas subatómicas descubiertas en este siglo. Reciben el nombre de nucleones porque residen en el núcleo de los átomos. Constituyen más del 99,9% de la materia corriente; el 0,1% restante son electrones. Aunque ochenta años de estudios experimentales y de análisis teóricos nos hayan enseñado mucho sobre los nucleones, sus propiedades fundamentales siguen albergando enigmas y sorpresas. Durante los últimos años los físicos se han esforzado en resolver un caso particularmente difícil: la denominada" crisis del espín".La crisis surgió del éxito que acompañó al modelo de los quarks a la hora de interpretar las partículas subatómicas. Los físicos teóricos lo desarrollaron hasta convertirlo en una descripción ordenada y compacta de la miríada de nuevas partículas detectadas en los años cincuenta y sesenta, dando también cabida en él a viejos conocidos como el protón y el neutrón. Las propiedades y los influjos recíprocos de las partículas de este zoo se explicaron suponiendo que estuvieran constituidas por tan sólo tres especies de quark, llamadas arriba, abajo y extraño.
La suma de las cantidades de protones y neutrones presentes en el núcleo es la que determina el número másico "A". Para obtener el número de neutrones se le resta el número atómico (Z) (Nº de protones del elemento) al número másico (A):
Neutrones = A − Z
Sin embargo, la masa del núcleo no es la suma de las masas de los nucleones que lo conforman, ya que existe una energía de ligadura, que los mantiene unidos que (por la equivalencia relativista entre masa y energía) hace que la masa total sea menor a dicha suma.
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